Desde Krasnodar, el delantero africano del Kuban atendió la llamada de VAVEL. Entrevista exclusiva a un joven trotamundos del planeta fútbol, por el momento afincado en el sur de Rusia, que ansía regresar a España o probar fortuna en Inglaterra y hacer historia con la selección de Senegal. Habla sin tapujos sobre su paso -con fecha de caducidad- por la PLR, el buen momento de su actual equipo, el racismo en el país exsoviético, el Atlético de Simeone y las esperanzas mundialistas del combinado nacional senegalés.
Ibrahima Baldé (Senegal, 1991) es uno de aquellos muchos futbolistas que escriben la historia del fútbol desde abajo. Con apenas 18 años partió de su Dakar natal para enrolarse en un filial de Argentina, donde arrancó la aventura de este delantero africano con figura de saltador de pértiga. Meses más tarde dejó plantado a Vélez Sarsfield para continuar su progresión en España. Convenció en el Atlético B durante sus meses de aclimatación y debutó con el primer equipo de la mano de Quique Sánchez Flores.
En Numancia y Osasuna dispuso de las oportunidades que no le brindó el club colchonero antes de decidirse por el dinero ruso. A ciegas firmó por el Kuban Krasnodar, un club clásico sin recorrido en primera división en el zénit de su historia, que tiene detrás una de las ciudades más grandes y más calientes del prolijo territorio ruso. Acertó de lleno. Ibrahima se siente adaptado, pelea la titularidad con un campeón de Europa y sus problemas con el idioma le evitan oír los insultos xenófobos de un fútbol demasiado separatista. En ruso se escribe ИБРАИМА БАЛЬДЕ.
Pregunta: ¿Cómo lleva el frío?
Respuesta: El invierno siempre es duro en todos lados. El problema no es el frío sino la disputa de partidos a temperaturas bajo cero sobre terrenos de juego impracticables. Cuando fuimos a Volga en marzo, el césped parecía cemento, aquello era horrible. Menos mal que esta temporada ya hemos visitado el campo del Tom Tomsk, en Siberia (risas). Realmente, al final te adaptas al frío porque estás jugando al fútbol, que es lo que de verdad deseas. Cabe decir, además, que Krasnodar es una de las ciudades más sureñas y menos frías del país. Eso sí, nada que ver con España. Como allí no se vive en ningún lugar.
P: ¿Por qué eligió Rusia?
R: En realidad lo tenía hecho para irme a Inglaterra pero se frustró el fichaje por la imposibilidad de lograr un permiso de trabajo a tiempo. Yo estaba a gusto en Osasuna, pero a causa de sus dificultades económicas el club se veía obligado a recortarme el sueldo en un 10-15% y yo no lo acepté. Nunca habría imaginado marcharme a Rusia pero tras los JJOO de Londres el Kuban Krasnodar me hizo una propuesta interesante y la acepté. Antes de firmar no sabía nada de la ciudad ni del club.
P: ¿Cómo un futbolista senegalés, nacido y formado en su país, arranca su carrera en un filial argentino?
R: Cualquier jugador africano sueña con emigrar a Europa o América para ser futbolista profesional. A falta de un año para acceder a la universidad, yo recibí una propuesta del fútbol argentino. Allí empecé en Argentinos Juniors sub20 y pasé al filial de Vélez, donde me vio José Sánchez Parra, un agente español que me ofreció probar con el Atlético de Madrid B. Fue un paso breve -poco más de dos años- y algo convulso por Argentina, pero me valió la oportunidad de llegar a España.
P: ¿Qué vino después?
R: Les convencí y me quedé en el filial del Atlético hasta que Quique Sánchez Flores me hizo debutar en enero de 2010. Al verano siguiente me marché cedido al Numancia, en segunda división, y cuando regresé de mi préstamo fui vendido al Osasuna. Apenas jugué en el Atlético; era muy joven y el equipo tenía delanteros de primer nivel como Agüero y Forlán, y después Falcao o Adrián.
P: ¿Se arrepiente de su decisión de emigrar a Rusia?
R: En absoluto. Un año después considero que estoy completamente adaptado al país y al equipo pese a las dificultades con el idioma. Nunca me ha importado enfrentarme a una cultura y a un país desconocido. Que mi mujer se marchara conmigo me ha ayudado mucho.
"La imposibilidad de lograr un contrato de trabajo en Inglaterra frenó mi llegada a la Premier, hace un año. Entonces firmé por el Kuban Krasnodar"
P: ¿Cómo se comunica con el entrenador y el resto de compañeros e integrantes del staff técnico?
R: Poquito a poco comienzo a entender algo de ruso, aunque no lo hablo. En el vestuario me comunico con algunos de mis compañeros en francés (Kaboré, Cissé) o en español (Dealbert). De todos modos tenemos un intérprete francés, uno inglés y otro español que nos traducen las órdenes del entrenador y nos ayudan para comunicarnos con el resto de futbolistas nacionales del equipo. En lo futbolístico, el idioma no es un problema; tenemos todas las facilidades.
P: ¿Se ve muchos años en el país?
R: Yo no quiero retirarme en Rusia. No sé hasta cuando estaré aquí pero aún soy joven y sueño con regresar a España o jugar en Inglaterra. Este verano tuve ofertas para salir pero el club decidió retenerme.
P: ¿Qué es lo que más le sorprendió en su llegada al campeonato ruso?
R: El profesionalismo de todos los clubes y del Kuban, en particular. Antes de firmar por el club, no conocía nada de la entidad y tan solo me sonaban algunos de los principales equipos del país. Desde la distancia parece una liga menor; menos profesionalizada que la española, por ejemplo. Pero todo lo contrario. Ni el frío ni las largas distancias entre ciudades -es la liga que más distancia hay entre equipos del mundo- le resta profesionalismo. También me sorprendió el buen nivel de muchos equipos, ignorados casi siempre por Occidente. Es un campeonato verdaderamente competitivo con equipos de primer nivel.
P: ¿Cuál es el defensor que se lo ha puesto más difícil en Rusia?
R: César Navas, sin duda. Por su envergadura y su ímpetu es un central muy difícil de sobrepasar. Me enfrenté a él en uno de mis primeros encuentros en la liga y verdaderamente me amargó el partido. Antes del choque no sabía que él era español y a lo largo de los noventa minutos no dejamos de buscarnos el uno al otro, putearnos e insultarnos (risas). Ahora nos llevamos bien. Es un defensor de raza.
P: No tuvo la oportunidad de demostrar su valía en el Atlético ¿Regresaría al Manzanares?
R: Con los ojos cerrados. Si recibiera una buena propuesta del club o de cualquier equipo español, no me lo pensaría dos veces. Ya he dicho que como en España no se vive en ningún lugar.
P: ¿Sigue a sus antiguos equipos en España?
R: Claro que lo hago. De hecho veo prácticamente todos los partidos de la liga española con especial atención a Atlético y Osasuna. Además mantengo contacto con algunos ex compañeros como Raúl García (Atlético de Madrid) y Andrés Fernández (Osasuna).
P: ¿Cómo valora los éxitos de Simeone en el Atlético?
R: Para nada me sorprende el nivel del equipo. El Cholo le ha transmitido la agresividad y la intensidad argentina, que ha cuajado de maravilla en un equipo con grandes jugadores. Creo firmemente que el éxito del Atlético no es fruto de un día y que se mantendrá en este nivel por bastante tiempo.
"Simeone ha transmitido la agresividad e intensidad argentina a un equipo con grandes jugadores. No me sorprende el resultado"
P: Rusia ya no es un destino exótico. Sin ir más lejos no es el único senegalés en Rusia…
R: Cada vez más desembarcan en el país futbolistas africanos: marroquís, cameruneses, marfileños, gaboneses, chadianos… y claro, también senegaleses. En verano de 2012, al igual que yo, llegaron a la PLR Dame N’Doye (Lokomotiv Moscú) y Moussa Konaté (FC Krasnodar). Muy a menudo hablo con ambos e incluso con Konaté, antes que se marchara cedido al Genoa, nos veíamos bastante porque nuestros clubes son de la misma ciudad.
P: Precisamente usted y Konaté compartieron ataque en la selección olímpica de Senegal en los JJOO de Londres 2012 y unos meses después se convirtieron en rivales ciudadanos en la liga rusa…
R: Con Moussa nos sucedió una anécdota muy divertida. Antes de conocer nuestro destino final, él estaba convencido que nos volveríamos a juntar en el Kuban. Ninguno de los dos sabíamos nada de la ciudad ni qué equipos había en ella, así que Konaté creyó que él iría al mismo club que yo. Todavía no sé muy bien si realmente hubo interés del Kuban por contratarnos a los dos o realmente fue él quien no tenía demasiado claro que había más de un equipo de primera división en Krasnodar. Pese al malentendido, estábamos cerca y a menudo después de la jornada nos reuníamos, a veces con otros compañeros.
P: ¿Qué hay de la rivalidad Kuban-Krasnodar?
R: No es tan fuerte como podría parecer. Igual sí a nivel de aficiones, pero para los futbolistas y los directivos no lo es. Como he dicho, no teníamos problema en reunirnos algunos jugadores de ambos equipos en algún local de la ciudad. Este verano, sin ir más lejos, ha llegado al equipo Ignatjev, un extremo procedente del Krasnodar, y Pizzelli, que el año pasado jugaba en el Kuban, se ha marchado para allá. Pese a que el FC Krasnodar, que se formó en 2008, sea el equipo rico de la ciudad -ascendió algunas categorías por la incapacidad económica de otros equipos, mejor clasificados en liga-, el Kuban es el conjunto tradicional y siempre reúne muchos más aficionados en el estadio (comparten campo). En los derbis, sea el que sea el local, el Kuban siempre multiplica el número de aficionados rivales.
"Con la clasificación para la UEL, logramos el mayor hito de la historia del Kuban con un estilo de toque basado en un fútbol colectivo"
P: El Kuban es un equipo humilde, sin capacidad para retener a sus mejores futbolistas y que hace cinco temporadas militaba en segunda división. Sin embargo, el año pasado terminó quinto -por delante de Rubin Kazán, Lokomotiv y Dinamo de Moscú- y logró clasificaste para competición europea por primera vez en la historia del club. ¿Cómo está viviendo el equipo y la ciudad este acontecimiento?
R: Tanto los jugadores como la afición somos conscientes que estamos viviendo un momento histórico. El ambiente en el último encuentro de liga fue increíble y la celebración tras lograr la clasificación aún más. Estamos todos encantados y afrontamos con ilusión el reto europeo, del que ya superamos la primera eliminatoria. Algunos aficionados incluso viajaron a Escocia para vernos ante el Motherwell en nuestro debut en Europa League. A nivel particular me siento realmente afortunado de estar viviendo el mejor momento de la historia de la entidad. Además, prácticamente siempre mi paso por un club ha coincidido con una buena época del equipo. En el Atlético, pese a que apenas jugué, ganamos la Europa League y disputamos la final de la Copa del Rey contra el Sevilla; en Soria estuve muy cerca de subir con el Numancia y en el Osasuna nos quedamos a las puertas de clasificarnos para la Copa de la UEFA.
P: Antes de perder con el CSKA, el equipo acumulaba una racha positiva de 19 partidos sin perder y a lo largo de la temporada pasada enamorasteis al país con un fútbol muy vistoso. ¿Cuál es el secreto del éxito del Kuban?
R: Tenemos buenos futbolistas pero no al nivel de Zenit, CSKA, Rubin Kazán o Lokomotiv, por ejemplo. Así pues contrarrestamos esa falta de individualidades -más aún después que la entidad vendiera en este mercado veraniego a Kulik, Özbiliz y Ionov, tres de los jugadores más decisivos la pasada temporada- con un fútbol colectivo. Nuestro estilo de toque, a menudo complicado de desempeñar por el estado de los terrenos de juego, se fragua en el grupo y el sacrificio. Por encima de todo, somos un equipo humilde que no tiene ni estrellas ni egos y que es perfectamente consciente de sus virtudes y limitaciones.
P: ¿Cómo valora su primera temporada en Rusia?
R: Llegué el verano anterior con la labor de sustituir a Lacina Traoré, vendido al Anzhi. Si bien hice goles y tuve un papel importante en el equipo, la temporada pasada no fue mi mejor campaña. Aterricé en Rusia con el campeonato empezado, sin descanso después de haber disputado los JJOO de Londres y sin haber realizado pretemporada. Mis comienzos fueron complicados por mi bajo tono físico. Pese a ello el entrenador me seguía poniendo y al final registré unos números aceptables (ocho goles y tres asistencias en 23 participaciones).
Caso Denisov: "el fútbol es un deporte global y todos los equipos tienen extranjeros. A veces, uno deber medir sus palabras"
P: Desde hace algunas semanas comparte vestuario y pelea la titularidad con Cissé, un campeón de Europa…
R: Habría sido difícil de imaginar, hace un año, que un futbolista como él fichara por el Kuban. Es un gran jugador y me gusta tenerlo como competencia porque eso me ayuda a crecer y no permite que me duerma. Pese a que en el Atlético Kun Agüero y Forlán disputaran prácticamente todos los minutos, me alegro de haber coincidido con ellos porque eso me hizo madurar y aprendí a valorar las oportunidades. Que haya llegado Cissé, con el que me llevo muy bien porque también habla francés como yo, no va a cambiar nada en mí. No me preocupo por él, solo lo hago por mi propio rendimiento.
P: En menos de un año, tres entrenadores distintos han pasado por el banquillo del Kuban. Ninguno de ellos, además, ha salido por razones clasificatorias. ¿Qué ocurre con los entrenadores?
R: En algunos aspectos concretos, en Rusia el fútbol es distinto al resto de Europa. Realmente no hay demasiada continuidad en los banquillos y en muchas ocasiones son problemas con los propios directivos los que generan situaciones de este tipo. De todos modos, desconozco los motivos de la destitución de Krasnozhan. Kuchuk fue fichado por el Lokomotiv de Moscú.
P: ¿Cuál es el techo de este equipo?
R: No nos marcamos objetivos y no sabemos hasta dónde podemos llegar. Afrontamos el reto europeo con ilusión pero conscientes que es muy complicado y que la liga siempre es lo primero. Esta temporada es más complicada que la anterior por el mayor número de partidos que disputaremos y porque al resto de rivales ya no les sorprende nuestro estilo y nivel.
P: Hace algunos días se publicó que Denisov, capitán de la selección rusa, se había enfrentado a Eto’o, Boussoufa y parte de núcleo africano del vestuario del Anzhi. El propio jugador ya tuvo problemas con Hulk, al parecer con un trasfondo racista. ¿Qué le parece el comportamiento de Denisov?
R: Es evidente que es un chico con mucho carácter y unas convicciones determinadas. No estoy en disposición de juzgar a nadie porque tampoco conozco el caso a fondo. De todos modos considero que el fútbol moderno es global y la gran mayoría de equipos profesionales tienen en plantilla jugadores extranjeros y de color, como sucede en el Anzhi y el Zenit, así que todos deberíamos medir nuestras palabras y conductas y evaluar su nivel de impacto.
P: Las conductas de Denisov son habituales en las aficiones de los equipos rusos. Sin ir más lejos, parte de los hinchas del Zenit firmaron un manifiesto en contra de la incorporación de jugadores negros u homosexuales. ¿Usted ha vivido algún episodio racista desde que llegó a Rusia?
R: En realidad no lo sé porque no entiendo ruso. Aun así estoy convencido que hay más racismo en Rusia que en España. Allí nunca tuve ningún altercado de este tipo. Aquí la gente es más cerrada, a menudo te mira mal por tu color de piel y probablemente me hayan insultado por eso. De todos modos tampoco presto demasiada atención a ese tipo de conductas.
P: Senegal lo tiene todo para acceder a la eliminatoria final de clasificación para el próximo Mundial de 2014. ¿Confía en ser convocado en el caso de lograr el billete a Brasil?
R: Si empatamos o ganamos a Uganda en setiembre nos jugaremos a una sola eliminatoria la clasificación para el Mundial de Brasil. Podemos llegar al Mundial. Tenemos todo para lograrlo: jugadores, nivel y ambición para emular al Senegal de 2002. Personalmente considero que esta temporada en el Kuban es clave para lograr un hipotético puesto en la convocatoria final. Hay mucha competencia arriba (Sow, N’Doye, Papis Cissé, Demba Ba, etc) pero mis opciones dependen solamente de mi rendimiento.
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