viernes, 12 de diciembre de 2014

CARMEN CAZALLA UNA LATERAL IZQUIERDO CON MUCHO FUTURO

Dado nuestra vocación de fomentar el futbol femenino en nuestro pais, reproducimos a continuación el articulo publicado en la web futfem referente a nuestra querida Carmen.



Hoy, en la sección de FUTUROSCRACKS os acercamos a Carmen Cazalla, madrileña del Rayo Vallecano.

“Lo difícil no es subir, sino, habiendo subido, seguir siendo el mismo”. Esta frase, que pronunció el historiador francés Jules Michelet, podría ser un buen comienzo para este reportaje. Lo cierto es que, pese al que el ascenso de nuestra protagonista, es un hecho, su juventud es un hándicap tal, que caer en la arrogancia de mostrarla como adalid del fútbol femenino patrio sería poco menos que una osadía por parte de quien estas líneas suscribe. Pese a ello, su reciente convocatoria con la selección española sub16 invita al reconocimiento y es el motivo principal que lleva a este reportaje que, en modo alguno, pretende ensalzar exageradamente a la jugadora sino, más bien, reflejar lo que, tras los testimonios recogidos, tanto de futbolistas que han compartido vestuario con ella, como de entrenadores que formaron parte de su progresión y sumado al conocimiento propio del autor, queda como una realidad palpable. Es de recibo recalcar previamente que las personas que han colaborado en dar forma a estas líneas, se han mostrado muy participativas por tratarse de ella, lo que habla muy bien del concepto que se tiene de esta jugadora en los equipos en los que ha militado.
Era preciso aclarar tanto los motivos de dicho reportaje como las razones por las que cualquier persona pudiera entender que este texto magnifica o halaga en exceso a la jugadora por encima de su valía como tal. Dicho esto, y disculpen por la previa exposición, les presento a la verdadera protagonista. Les presento a Carmen Cazalla.

Uno de sus actuales entrenadores explica así sus primeras impresiones sobre Carmen: “Durante los primeros entrenamientos, mantenía la mirada siempre al horizonte, como si estuviera vislumbrando un futuro al que merece llegar. Recuerdo que lo comentamos entre nosotros y un miembro del cuerpo técnico dijo que ella parecía desafiar con la mirada. Ahora lo comprendo mejor. No desafiaba, sucedía que consideraba que necesitaba mayores retos que los que le planteábamos en aquellas suaves sesiones de pretemporada. Ahora entiendo que, seguramente, se estaría preguntando en ese momento si el fichar por el Rayo había sido la decisión correcta.”. Estas declaraciones nos ofrecen una imagen de una jugadora inconformista y, lo cierto, es que esta imagen que de ella proyecta el preparador, no está alejada de la realidad.
Efectivamente, así como de cualquier deportista que quiera alcanzar la élite, el inconformismo es parte de Carmen. Acerca del inconformismo, Julio Cortázar manifestó: “Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas” y esta frase es aplicable a ella de un modo casi académico. Se trata de una jugadora que no especula con su esfuerzo, de las que no está orgullosa si considera que su partido no ha estado a la altura de lo que se espera de ella, de las que no celebra los resultados si no van acompañados de un juego acorde a las expectativas creadas. Carmen no duda en echarse el equipo a la espalda si la situación lo requiere. Sabe que la manera de cumplir sus sueños es no bajar la intensidad y es trabajar sin descanso. Ambas cosas son parte de su ADN porque una cosa tiene clara Carmen Cazalla, quiere cumplir sus sueños.

Comenzó, como ella misma cuenta con orgullo, dando sus primeras patadas al balón con su hermano, por el que siente un cariño inmenso, y pronto se inició en un club. Desde prebenjamin, su carrera está y estará siempre ligada a la A.D. Torrejón. Llegó a alcanzar autonómica en alevines y en infantiles, donde ya se empieza a ver un nivel destacable, siempre compitiendo en ligas masculinas. Su entrenador durante dos temporadas, Héctor Jiménez, destaca de Carmen su calidad desde que apenas era una cría: “Técnicamente era de las mejores, tácticamente muy inteligente y siempre defendía con mucho interés. En muchos campos donde íbamos, la gente alucinaba con ella y se creaba el debate por si sería un niño o una niña. Yo intentaba hacerle una corrección, llamándola por su nombre para zanjar el tema y, aún hoy, todavía me siguen preguntando por ella”. Como indica Héctor, ya desde hace años la progresión de Carmen apuntaba alto, no solo por sus cualidades meramente futbolísticas sino también por su carácter tan especial. “[…] si habíamos perdido, seguía cabreada toda la tarde. Le duraban mucho los enfados si perdíamos y le molestaba mucho perder. Después de dos horas y de estar todos cantando en el autobús, ella continuaba muy seria y con cara de pocos amigos. No había manera por mucho que hablases con ella”- explica el preparador.

Otro de sus entrenadores, Felipe Ragel, que dirigió a Carmen en Infantil Autonómica durante la temporada pasada, cuenta que la primera vez que oyó hablar de ella fue en un AVE que viajaba de Barcelona a Sevilla: “Me encontraba cerrando con el coordinador de la A.D. Torrejón mi incorporación al Club y, al hablarme de la plantilla, mencionó la existencia de una niña en el equipo. Siendo sincero, he de decir que me extrañó ya que nunca había dirigido a una chica y me preguntaba cómo sería el tema de compartir vestuario, qué relación tendría con sus compañeros, si tendría que darle algún trato especial por el hecho de ser mujer…”. Pese a las dudas iniciales, Felipe lo tuvo muy claro desde que se hizo con las riendas del vestuario: “Desde el primer día que entré por la puerta, no quise tratarla diferente al resto. En el momento en que ella decidió formar parte de un equipo en el que predominaban los chicos, iba a tratarla como una más, exigiéndole lo mismo que al resto, en todos los aspectos”- declara el técnico.

Felipe sabe que todos los entrenadores que van teniendo las jugadoras a lo largo de su carrera, van influyendo en su formación como futbolistas y se muestra muy orgulloso de haber compartido vestuario con ella: “Pienso que el grano de arena que nosotros hemos puesto en su formación, es el exigirle tanto como al resto de sus compañeros sin tratarla diferente ni hacer una excepción por el hecho de ser una chica”.

Para Carmen, después de esa temporada en Infantil, se le acabó la posibilidad de seguir compitiendo con chicos y decidió continuar su carrera en uno de los equipos más potentes de la capital, el Rayo Vallecano.

Carmen se encontraba muy agusto compitiendo con chicos y, si no hubiera sido obligatorio el pase a un equipo femenino, aún seguiría vestida de rojo en el Torrejón de sus amores. No quiso marcharse nunca y veía con cierto recelo el momento de entrar en un vestuario formado íntegramente por chicas. Como contábamos al principio de este reportaje, sus técnicos ya notaron que su actitud era diferente al resto. Desde categoría Alevín, pese a que había acudido a algún torneo con equipos femeninos, se negó a acudir más y sus padres respetaron su decisión, como siempre lo han hecho. El Atlético de Madrid también siguió sus pasos pero fue el Rayo Vallecano el elegido para debutar en una categoría exclusivamente femenina. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haber elegido al equipo del Cerro del Espino pero lo que si podemos asegurar es que, hasta el momento, las cosas le están marchando bien en el conjunto franjirrojo. Ha acudido a todas las convocatorias de la selección madrileña sub16 de esta temporada y se estrenó en una convocatoria con la selección nacional sub16 hace apenas dos semanas. Pese a sus reticencias iniciales, Carmen está perfectamente integrada en el grupo del que forma parte y sus compañeras le han puesto el cariñoso apodo de “avión”, en referencia a su destacada velocidad. Su actual entrenador, Miguel Ángel Campos, ve a Carmen como “una jugadora de referencia de la que tenemos la suerte de disfrutar y aprender a diario”. El técnico sabe que la progresión de Carmen es excelente: “Su calidad es indiscutible pero la humildad de la que hace gala y, sobre todo, el esfuerzo diario al que se somete, son dignos de elogio. Es una jugadora muy valorada dentro del vestuario y todo el grupo la aprecia mucho”.

Cuenta la jugadora que una de sus referencias es Saray, del primer equipo del Rayo Vallecano, zurda como ella, y que es una de las jugadoras más valoradas de la Primera división femenina. De momento, ella quema etapas en busca de alcanzar ese objetivo que se marcó hace tiempo que es llegar a lo más alto. Héctor Jiménez apuntaba que Carmen también tenía como referencia a Radamel Falcao, delantero colombiano del Manchester United. Sin duda, dos referentes de nivel para una joven promesa del fútbol femenino que declara que este deporte le transmite “pasión y libertad” y amplía su respuesta con la seguridad de un adulto y con la intención de dejar claros sus propósitos: “En el fútbol puedes expresar todo lo que quieras”

EL FUTURO

Es aún pronto para decir que Carmen va a ser jugadora de Primera división, que va a llegar a la élite o que jugará un Mundial. Eso solo el tiempo podrá aclararlo. De momento, lo que se puede asegurar es que su progresión es excelente, que esta no ha pasado desapercibida para los distintos seleccionadores, que ya empiezan a contar asiduamente con ella para sus listas y que actualmente es la única jugadora del Rayo Vallecano Femenino que está presente en una lista de la selección española, en cualquier categoría. Por los pasillos de la Ciudad deportiva del equipo rayista, se empieza a murmurar el nombre de Carmen Cazalla, la jugadora que acaparó las conversaciones hace dos semanas, a la que grandes jugadoras y referentes como la actual campeona de España con la selección madrileña sub18, Ana Blanco, se le acercaron para felicitarla, sabedoras del potencial de la zurda del Juvenil C y orgullosas de tener a una compañera vistiendo la roja. Esas conversaciones se han ido apagando con el paso de los días pero ella no ha cambiado. Ni lo hizo cuando la felicitaba gente desconocida para ella ni lo hará cuando ya no sea la moda del momento sino una realidad, si es que llega a serlo algún día. Sabe que para llegar a ello, debe trabajar muy duro pero eso nunca le importó. No lo dicen estas líneas. Lo dicen sus entrenadores, sus compañeras y la gente que, de un modo u otro, disfrutamos de su derroche físico, de su humildad y de su calidad.

Carmen apenas lleva tres meses en su nuevo Club pero todas las dudas ya se han disipado. Sabe que está en un gran equipo y ha hecho buenas migas en un vestuario al que miraba con recelo. Eso fue antes de conocer a sus compañeras, de las que siempre tiene buenas palabras. Cuando se supo su convocatoria con la selección española, el equipo al completo le sorprendió con una bandera de España firmada por los 22 componentes de plantilla y cuerpo técnico, antes de un partido de liga contra el Valdemoro. El Rayo cayó derrotado y Carmen no sonreía en el autobús de vuelta. Algunas cosas nunca cambian.

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