Dado nuestra vocación de fomentar el futbol femenino en nuestro pais, reproducimos a continuación el articulo publicado en la web futfem referente a nuestra querida Carmen.
Hoy, en la sección de FUTUROSCRACKS os acercamos a Carmen Cazalla, madrileña del Rayo Vallecano.
“Lo difícil no es subir, sino, habiendo subido, seguir siendo el mismo”.
Esta frase, que pronunció el historiador francés Jules Michelet, podría
ser un buen comienzo para este reportaje. Lo cierto es que, pese al que
el ascenso de nuestra protagonista, es un hecho, su juventud es un
hándicap tal, que caer en la arrogancia de mostrarla como adalid del
fútbol femenino patrio sería poco menos que una osadía por parte de
quien estas líneas suscribe. Pese a ello, su reciente convocatoria con
la selección española sub16 invita al reconocimiento y es el motivo
principal que lleva a este reportaje que, en modo alguno, pretende
ensalzar exageradamente a la jugadora sino, más bien, reflejar lo que,
tras los testimonios recogidos, tanto de futbolistas que han compartido
vestuario con ella, como de entrenadores que formaron parte de su
progresión y sumado al conocimiento propio del autor, queda como una
realidad palpable. Es de recibo recalcar previamente que las personas
que han colaborado en dar forma a estas líneas, se han mostrado muy
participativas por tratarse de ella, lo que habla muy bien del concepto
que se tiene de esta jugadora en los equipos en los que ha militado.
Era preciso aclarar tanto los motivos de dicho reportaje como las
razones por las que cualquier persona pudiera entender que este texto
magnifica o halaga en exceso a la jugadora por encima de su valía como
tal. Dicho esto, y disculpen por la previa exposición, les presento a la
verdadera protagonista. Les presento a Carmen Cazalla.
Uno de sus actuales entrenadores explica así sus primeras impresiones
sobre Carmen: “Durante los primeros entrenamientos, mantenía la mirada
siempre al horizonte, como si estuviera vislumbrando un futuro al que
merece llegar. Recuerdo que lo comentamos entre nosotros y un miembro
del cuerpo técnico dijo que ella parecía desafiar con la mirada. Ahora
lo comprendo mejor. No desafiaba, sucedía que consideraba que necesitaba
mayores retos que los que le planteábamos en aquellas suaves sesiones
de pretemporada. Ahora entiendo que, seguramente, se estaría preguntando
en ese momento si el fichar por el Rayo había sido la decisión
correcta.”. Estas declaraciones nos ofrecen una imagen de una jugadora
inconformista y, lo cierto, es que esta imagen que de ella proyecta el
preparador, no está alejada de la realidad.
Efectivamente, así como de cualquier deportista que quiera alcanzar la
élite, el inconformismo es parte de Carmen. Acerca del inconformismo,
Julio Cortázar manifestó: “Yo parezco haber nacido para no aceptar las
cosas tal como me son dadas” y esta frase es aplicable a ella de un modo
casi académico. Se trata de una jugadora que no especula con su
esfuerzo, de las que no está orgullosa si considera que su partido no ha
estado a la altura de lo que se espera de ella, de las que no celebra
los resultados si no van acompañados de un juego acorde a las
expectativas creadas. Carmen no duda en echarse el equipo a la espalda
si la situación lo requiere. Sabe que la manera de cumplir sus sueños es
no bajar la intensidad y es trabajar sin descanso. Ambas cosas son
parte de su ADN porque una cosa tiene clara Carmen Cazalla, quiere
cumplir sus sueños.
Comenzó, como ella misma cuenta con orgullo, dando sus primeras patadas
al balón con su hermano, por el que siente un cariño inmenso, y pronto
se inició en un club. Desde prebenjamin, su carrera está y estará
siempre ligada a la A.D. Torrejón. Llegó a alcanzar autonómica en
alevines y en infantiles, donde ya se empieza a ver un nivel destacable,
siempre compitiendo en ligas masculinas. Su entrenador durante dos
temporadas, Héctor Jiménez, destaca de Carmen su calidad desde que
apenas era una cría: “Técnicamente era de las mejores, tácticamente muy
inteligente y siempre defendía con mucho interés. En muchos campos donde
íbamos, la gente alucinaba con ella y se creaba el debate por si sería
un niño o una niña. Yo intentaba hacerle una corrección, llamándola por
su nombre para zanjar el tema y, aún hoy, todavía me siguen preguntando
por ella”. Como indica Héctor, ya desde hace años la progresión de
Carmen apuntaba alto, no solo por sus cualidades meramente futbolísticas
sino también por su carácter tan especial. “[…] si habíamos perdido,
seguía cabreada toda la tarde. Le duraban mucho los enfados si perdíamos
y le molestaba mucho perder. Después de dos horas y de estar todos
cantando en el autobús, ella continuaba muy seria y con cara de pocos
amigos. No había manera por mucho que hablases con ella”- explica el
preparador.
Otro de sus entrenadores, Felipe Ragel, que dirigió a Carmen en Infantil
Autonómica durante la temporada pasada, cuenta que la primera vez que
oyó hablar de ella fue en un AVE que viajaba de Barcelona a Sevilla: “Me
encontraba cerrando con el coordinador de la A.D. Torrejón mi
incorporación al Club y, al hablarme de la plantilla, mencionó la
existencia de una niña en el equipo. Siendo sincero, he de decir que me
extrañó ya que nunca había dirigido a una chica y me preguntaba cómo
sería el tema de compartir vestuario, qué relación tendría con sus
compañeros, si tendría que darle algún trato especial por el hecho de
ser mujer…”. Pese a las dudas iniciales, Felipe lo tuvo muy claro desde
que se hizo con las riendas del vestuario: “Desde el primer día que
entré por la puerta, no quise tratarla diferente al resto. En el momento
en que ella decidió formar parte de un equipo en el que predominaban
los chicos, iba a tratarla como una más, exigiéndole lo mismo que al
resto, en todos los aspectos”- declara el técnico.
Felipe sabe que todos los entrenadores que van teniendo las jugadoras a
lo largo de su carrera, van influyendo en su formación como futbolistas y
se muestra muy orgulloso de haber compartido vestuario con ella:
“Pienso que el grano de arena que nosotros hemos puesto en su formación,
es el exigirle tanto como al resto de sus compañeros sin tratarla
diferente ni hacer una excepción por el hecho de ser una chica”.
Para Carmen, después de esa temporada en Infantil, se le acabó la
posibilidad de seguir compitiendo con chicos y decidió continuar su
carrera en uno de los equipos más potentes de la capital, el Rayo
Vallecano.
Carmen se encontraba muy agusto compitiendo con chicos y, si no hubiera
sido obligatorio el pase a un equipo femenino, aún seguiría vestida de
rojo en el Torrejón de sus amores. No quiso marcharse nunca y veía con
cierto recelo el momento de entrar en un vestuario formado íntegramente
por chicas. Como contábamos al principio de este reportaje, sus técnicos
ya notaron que su actitud era diferente al resto. Desde categoría
Alevín, pese a que había acudido a algún torneo con equipos femeninos,
se negó a acudir más y sus padres respetaron su decisión, como siempre
lo han hecho. El Atlético de Madrid también siguió sus pasos pero fue el
Rayo Vallecano el elegido para debutar en una categoría exclusivamente
femenina. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haber elegido al equipo
del Cerro del Espino pero lo que si podemos asegurar es que, hasta el
momento, las cosas le están marchando bien en el conjunto franjirrojo.
Ha acudido a todas las convocatorias de la selección madrileña sub16 de
esta temporada y se estrenó en una convocatoria con la selección
nacional sub16 hace apenas dos semanas. Pese a sus reticencias
iniciales, Carmen está perfectamente integrada en el grupo del que forma
parte y sus compañeras le han puesto el cariñoso apodo de “avión”, en
referencia a su destacada velocidad. Su actual entrenador, Miguel Ángel
Campos, ve a Carmen como “una jugadora de referencia de la que tenemos
la suerte de disfrutar y aprender a diario”. El técnico sabe que la
progresión de Carmen es excelente: “Su calidad es indiscutible pero la
humildad de la que hace gala y, sobre todo, el esfuerzo diario al que se
somete, son dignos de elogio. Es una jugadora muy valorada dentro del
vestuario y todo el grupo la aprecia mucho”.
Cuenta la jugadora que una de sus referencias es Saray, del primer
equipo del Rayo Vallecano, zurda como ella, y que es una de las
jugadoras más valoradas de la Primera división femenina. De momento,
ella quema etapas en busca de alcanzar ese objetivo que se marcó hace
tiempo que es llegar a lo más alto. Héctor Jiménez apuntaba que Carmen
también tenía como referencia a Radamel Falcao, delantero colombiano del
Manchester United. Sin duda, dos referentes de nivel para una joven
promesa del fútbol femenino que declara que este deporte le transmite
“pasión y libertad” y amplía su respuesta con la seguridad de un adulto y
con la intención de dejar claros sus propósitos: “En el fútbol puedes
expresar todo lo que quieras”
EL FUTURO
Es aún pronto para decir que Carmen va a ser jugadora de Primera
división, que va a llegar a la élite o que jugará un Mundial. Eso solo
el tiempo podrá aclararlo. De momento, lo que se puede asegurar es que
su progresión es excelente, que esta no ha pasado desapercibida para los
distintos seleccionadores, que ya empiezan a contar asiduamente con
ella para sus listas y que actualmente es la única jugadora del Rayo
Vallecano Femenino que está presente en una lista de la selección
española, en cualquier categoría. Por los pasillos de la Ciudad
deportiva del equipo rayista, se empieza a murmurar el nombre de Carmen
Cazalla, la jugadora que acaparó las conversaciones hace dos semanas, a
la que grandes jugadoras y referentes como la actual campeona de España
con la selección madrileña sub18, Ana Blanco, se le acercaron para
felicitarla, sabedoras del potencial de la zurda del Juvenil C y
orgullosas de tener a una compañera vistiendo la roja. Esas
conversaciones se han ido apagando con el paso de los días pero ella no
ha cambiado. Ni lo hizo cuando la felicitaba gente desconocida para ella
ni lo hará cuando ya no sea la moda del momento sino una realidad, si
es que llega a serlo algún día. Sabe que para llegar a ello, debe
trabajar muy duro pero eso nunca le importó. No lo dicen estas líneas.
Lo dicen sus entrenadores, sus compañeras y la gente que, de un modo u
otro, disfrutamos de su derroche físico, de su humildad y de su calidad.
Carmen apenas lleva tres meses en su nuevo Club pero todas las dudas ya
se han disipado. Sabe que está en un gran equipo y ha hecho buenas migas
en un vestuario al que miraba con recelo. Eso fue antes de conocer a
sus compañeras, de las que siempre tiene buenas palabras. Cuando se supo
su convocatoria con la selección española, el equipo al completo le
sorprendió con una bandera de España firmada por los 22 componentes de
plantilla y cuerpo técnico, antes de un partido de liga contra el
Valdemoro. El Rayo cayó derrotado y Carmen no sonreía en el autobús de
vuelta. Algunas cosas nunca cambian.
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