lunes, 12 de septiembre de 2016

BECERRA NO PUDO EVITAR LA DERROTA PUCELANA EN TENERIFE

Reproducimos integramente el artículo publicado por por Ángel Velasco B.


CD Tenerife
Dani; Cámara, Ruiz, Jorge, Camille; Vitolo, Crosas, Aitor (Aaron 85'), Amath (Jouini 73'), Suso (Alex García 90') y Lozano
Real Valladolid
Becerra, Moyano, Lichnovskky, Rafa, Balbi; Leão, Alex López, Míchel; José (De Tomás 56'), Ibán (Drazic 56') y Mata (Sergio Marcos 70')
Árbitro Arcediano Monescillo, del colegio castellano-machego
Tarjetas Amarillas para Jorge, por parte local, y Lichnovsky, Alex López y Rafa López, por la pucelana.
Incidencias Estadio Heliodoro Rodríguez López.
Siempre se ha dicho en el fútbol que para recuperarse de una derrota lo mejor es pensar en el siguiente encuentro y tenerlo lo antes posible. Pese a que el Real Valladolid no había perdido ninguno de los primeros cuatro duelos diputados, los de Paco Herrera llegaban al Estadio Heliodoro Rodríguez López con ganas de disputar 90 minutos. No querían perder tiempo. Buscaban un nuevo partido y nuevas sensaciones que sumarse a la mochila de la temporada. El equipo tiene mucho hambre y lo demostraba en una previa en la que la objetivo era claro. El ritmo de juego, sensaciones y resultados no podía parar ante el CD Tenerife. Debía continuar aunque no se consiguió.
Para proseguir con tal intención, Paco Herrera proponía regresar al equipo de los encuentros ligueros. Recuperadas la línea defensiva y la de ataque al completo, la entrada de Míchel Herrero por Joan Jordán en el centro del campo era la única noticia de un equipo que quería proponer y que, con ello, disponía una versión muy ofensiva. El valenciano le ganaba la partida a Sergio Marcos en ese pelea por sustituir al ex del RCD Espanyol. Dentro de las variantes ofensivas del equipo, el cuerpo técnico se decidió por el autor del primer tanto en la victoria copera de este miércoles.
Con él y tras una primera parte en la que los pucelanos fueron muy superiores a los locales, un tanto el borde del descanso decidiría el partido. Los blanquivioleta, sin capacidad de reacción pese a los cambios de Herrera, se vieron superados por la confianza del Tenerife en su juego y en el liderazgo de un Suso Santana que impuso el ritmo que quiso y el que más le interesaba a su equipo. Así, los vallisoletanos firmaban su primer derrota de la temporada mientras que los tinerfeños conseguirían sus tres primeros puntos después de un triste inicio de campaña con solo uno de nueve posibles.

Fieles al estilo

Sea con unos nombres o con otros, lo que está claro es que este Real Valladolid tiene personalidad. Si ante el Real Zaragoza en el Estadio de La Romareda la fueza inicial fue totalmente blanquivioleta, en la visita a Tenerife no fue menos. Los pucelanos comenzaban mandando en la posesión del esférico y en la creación de ocasiones. Una acercamiento de Ibán Salvador, un disparo lejano de Jaime Mata y, sobre todo, una brillante oportunidad firmada por Jose Arnáiz tras una jugada individual del canterano obligaban a emplearse a fondo a Dani Hernández, exblanquivioleta. Mientras el venezolano vivía en constante tensión en su área, Isaac Becerra era uno más entre los espectadores del estadio tinerfeño.
Pese a que la situación del portero catalán no cambiaría en exceso hasta el tiempo de añadido, poco a poco, los locales fueron ganando terreno. De estar encerrados en su área en los primeros minutos del partido, a terminar cerca de la pucelana. Sin mucho peligro pero sí con mucha intención. Los constantes movimientos de otro ex, Amath, y el peligro de 'Choco' Lozano en el área generaban miedo sobre un Real Valladolid que dominaba el balón en casi todas sus vertientes pero que perdía frescura en los últimos metros con el avance del partido.
Esa mejora local no reportaría grandes ocasiones hasta que en el último minuto Carlos Ruiz adelantaría a los locales. Un gran remate del defensa central rompía las diferencias en el marcador, hecho que no pudo conseguir Ibán Salvador segundos antes. Una indecisión entre los defensas dejaba una gran ocasión en las botas del '28' que se topó con una sublime intervención de Dani Hernández.
El venezolano repelió el disparo del Pucela mientras que Isaac Becerra no pudo hacer nada ante el potente remate del jugador chicharrero. Una acción puntual y decisiva con la que se llegaba al descanso. Gol psicológico para un Tenerife que siempre había vivido a remolque del Pucela pero que encontraba un premio segundos antes de llegar al descanso.

Un gran reto

Estar por detrás en el marcador era una opción que los pucelanos aún no conocían y que debían afrontar como un gran reto que les ponía el partido. Buscando demostrar que este conjunto no tiene nada que ver con el de la temporada pasada, los de Paco Herrera tenían en la mano la oportunidad de remontar un encuentro, algo que la pasada temporada nunca se consiguió. El envite no era sencillo. Con el tanto antes del descanso, los locales comenzaron la segunda parte con fuerza, intención y confianza.



Los jugadores tinerfeños celebran el tanto de la victoria. | LFP
Los jugadores tinerfeños celebran el tanto de la victoria. | LFP
Suso Santana, capitán del equipo, se gustaba y generaba más peligro en los primeros diez minutos del segundo acto que en toda la primera parte, donde solo apareció para asistir en el formidable remate de cabeza de Carlos Ruiz. Después de un inicio maradoniano del veterano atacante, los pucelanos cambiarían de protagonistas ofensivos. Al poco de comenzar la segunda parte, Paco Herrera variaría la propuesta.
Con el debut de Dejan Drazic y la entrada de Raúl de Tomás se buscaban esas variantes que se habían perdido tras el tanto tinerfeño. En el comienzo de la segunda parte los pucelanos no encontraban ni la forma de llegar a la meta rival ni ese estilo bien definido de los primeros minutos del partido. Ante ello, Paco Herrera 'entró' en un partido que pudo haber cambiado en el primer acto con la acción de Jorge Saénz que el colegiado no entendió como roja directa pero que ofrece muchas dudas.

Impotencia

Tal fue la intervención que tuvo que hacer el entrenador pacense en el duelo que, antes de que Pep Luís Martí quemara su primera carta, el Pucela ya había hecho los tres cambios. La salida de Jaime Mata para dar entrada a Sergio Marcos buscaba el regreso al dominio del balón con el que el Pucela disfrutaba en el primer acto el partido. Tristemente, el gol tinerfeño había hecho mucho daño a los pucelanos y la capacidad de reacción de los visitantes sería nula. Tanta que los blanquivioleta estaban encaminados hacia su primera derrota de la temporada. La impotencia del juego pucelano se topaba constantemente con el estilo conservador y confiado de los locales.
Bajo estos parámetros el partido parecía sentenciado. Los locales estaban cómodos mientras que los visitantes mostraban una versión desconocida hasta la fecha. Sin ideas, bloqueados y sin apenas frescura, la segunda parte se hizo larga para los pucelanos. Nunca se encontraron tras el gol tinerfeño y la primera derrota de la temporada ya es una realidad tras confirmarse, nuevamente, la incomodidad canaria del Real Valladolid.

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